Yo solamente quiero comentar un par de cuestiones por tener información directa de quien las vivió. Sobre mi padre Antón de lrala, secretario de la presidencia del gobierno del Lehendakari Aguirre, el autor comenta al hablar de algunos dirigentes nacionalistas de la época de la guerra civil: «...otros, como Pablo Fernández Trocóniz, presidente del Eusko Gaztedi de Vitoria, Julián Aguirre, Antonio lrala o... Francisco Martinez de Lecea salieron de Álava sin ser molestados...» {pág. 152). Me gustaría informar al autor, y a quien interese saber la verdad, que por ser nacionalista, mi padre fue detenido por los nacionales en Álava en los primeros días del levantamiento, cuando aún el PNV no se había posicionado. Cuando estaba siendo llevado con otros detenidos, se escapó saltando por un puente en Baranbio. Todos los demás fueron fusilados.
En otro lugar el autor señala que:«.. .el 12 de noviembre de 1956, Antonio lrala viaja a Cuba como agente de la Basque lntelligence Office con un billete pagado por el FBI...» (pág. 416). Mi padre no viajó a Cuba ni en 1956 ni nunca. Como el autor asocia racismo y xenofobia al nacionalismo vasco, quiero manifestar que mi padre también era católico, practicante y, desde luego, en mi familia y en nuestro entorno hemos vivido siempre esa fe junto con valores como la solidaridad desde la libertad y el respeto por el prójimo.
Espero que los lectores de este libro sean conscientes de que muchos de sus contenidos pueden carecer de la misma falta de rigor y de veracidad que los episodios que comento. Yo opino que este libro adolece del <
Jokin de Irala, uno de los siete hijos de Antón de Irala
(Diario de Navarra 6/10/2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario